En la escuela y la universidad los exámenes son estrategias para la evaluación del aprendizaje de los estudiantes. En este escrito voy a referirme a los exámenes “parciales” que los estudiantes universitarios realizan para dar cuenta de la comprensión de algunos de los contenidos de las asignaturas matriculadas en el semestre de la carrera que estudian.

Es común que los estudiantes se sientan agobiados durante la “época de parciales”; generalmente deben preparar al menos seis exámenes en un lapso de dos semanas y adicionalmente, cumplir con las actividades previstas en todas las clases. No obstante, carecer de las estrategias adecuadas para su preparación, puede traer como consecuencia que los pierdan, inclusive, antes de presentarlos.

 

 

A continuación mencionaré algunas recomendaciones básicas que pueden contribuir para que la preparación de cada examen sea exitosa:

Planifique las sesiones de estudio que serán necesarias para preparar su examen. Para ello es importante tener clara la fecha prevista, su modalidad – individual o en grupo, oral o escrito- y los temas que serán evaluados – cantidad y grado de dificultad-.

 

 

Verifique que tenga claras las instrucciones dadas por el profesor(a), en relación al tipo de examen que debe preparar. Es un examen de test con única respuesta o con respuestas múltiples; de preguntas abiertas; de aplicación de los contenidos que han desarrollado en la clase, etc. Cada examen requiere del desarrollo de diferentes estrategias para su preparación.

Identifique y reúna los materiales necesarios para su estudio, como libros, fotocopias de los capítulos de los mismos, las diapositivas usadas por el profesor, sus notas de clase, entre otros.

De cada tema identifique qué debe estudiar; pregúntese qué sabe; qué no sabe y qué necesita saber; en las clases usted se habrá apropiado de algunas temáticas y sabe que son para usted claras, por tanto, concéntrese en las que tiene poca comprensión.

Finalmente, elija las condiciones ambientales que necesita para estudiar e inicie sus sesiones de estudio, fijándose metas para cada una.

Después de cada sesión, evalúe si las estrategias fueron adecuadas, si avanza según la planeación hecha y si necesita ayuda. Dependiendo de esa evaluación haga los ajustes que considere necesarios, de lo contrario, continúe con la planeación realizada.

Como puede darse cuenta, la preparación de un examen requiere de una planificación y seguimiento, que distan mucho de acciones comunes entre los estudiantes como leer la noche anterior, o antes del parcial; confiarse en que los contenidos son “fáciles” o revisar los títulos de las conferencias para hacerse una idea. Ahora ya puede responder esta pregunta: ¿Se puede perder un examen, antes de presentarlo?

Lucero Aragón Espinosa

Directora de Desarrollo de Procesos PsicoEducativos.

Grupo Awen S.A.S.